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¡Día del padre!

  • Foto del escritor: Siticob La Revista
    Siticob La Revista
  • 13 jun
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 13 jun

Hay recuerdos que no caben en un álbum: el primer empujón para la bicicleta o la broma que se volvió tradición familiar.


 Este artículo es un homenaje a ese impulso que, generación tras generación, nos anima a creer que todo es posible.


Cuando una hija encendió la chispa.

Todo comenzó en 1909, cuando Sonora Smart Dodd quiso agradecer a su papá viudo, un veterano de la Guerra Civil que crio a seis hijos con temple y ternura.


Logró que el 19 de junio de 1910 en Spokane, Washington se celebrara el primer Día del Padre; décadas después, Lyndon B. Johnson (Vice presidente de EUA) fijó la fecha en el tercer domingo de junio y Richard Nixon la hizo oficial en 1972.


El eco de Torreón que permeó todo el país.


En 1946 la periodista Carmelita Tostado organizó en Torreón la primera misa del Día del Padre. Su iniciativa contagió a escuelas y comunidades, y para los años 50, ya era tradición nacional celebrar a papá el mismo domingo que en EE. UU.


En estos días, en Kínder y primaria los salones se llenan de cartulinas y manualidades; no falta la corbata de foamy o un diploma de “Súper Papá”.


En todo México, no falta pretexto para celebrar y hacer que las risas duren tanto como la charla después del postre, conmemorando a los papás de la familia.


Cada país adopta su manera de celebrar, cada familia genera su propio ritual, pero ¿qué significa, en el fondo, ser papá?...


Significa sentir cómo el corazón se expande con la primera carcajada de tus hijos, recuperar esa sensación de la infanciacada vez que te piden jugar y descubrir juntos las pequeñas sorpresas de aquellos detalles de cada día.


Significa comprender que no es una obligación, sino un privilegio inmenso: acompañar a esos ojos que te miran como su universo y comprobar que basta un abrazo para que ellos se sientan seguros.


Cuando se apaga la luz y el día termina, es regalarte un segundo de silencio para mirar cómo crecen y reconocer que cada paso, cada desvelo y cada “papá” pronunciado con su tierna voz han valido, y siempre valdrán, toda la aventura.



Comparte tu anécdota con #PapaSiticob y celebremos juntos que, detrás de cada gran historia, hay un papá ejemplar.





 
 
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